Barcelona y Venezuela se funden una vez más en una mezcla de culturas, un mix de sabores y mil y una razones para empaparse de la gastronomía ‘top’ de lo típico y menos típico de cada país. Porque, orimaker, ¡volvemos a ti para que sigas flipando en colores!
Apúntate un tanto con el amarillo, el azul y el rojo porque Venezuela, pueblo indígena que nos enseña, nos quiere y desde luego nos embelesa; llega con su propia bandera. ¿Has probado alguna vez ese manjar de las diosas que se llama pabellón criollo? Mmmm… Arroz blanco, carne mechada, caraotas (frijoles) negros y rodajas de plátano frito. ¿Quién da más? Cultura criolla en estado puro, dejando como siempre el pabellón bien alto.
La semilla de la pasión en Venezuela
Hallaca, sancocho, asado negro y entre otras mil opciones más, ese delicioso mondongo. Lo más característico de la gastronomía venezolana se puede degustar en mil calles de Barcelona y, ¿sabes qué? Que te va a encantar. Desde L’Eixample al Raval, pasando por otros mil rincones hasta llegar a L’Hospitalet de Llobregat.
Y es que, el sabor del mango maduro, junto al color de todo tipo de coctelería tropical, ha llegado para quedarse. ¿Y el sushi? Te lo traemos desde el Caribe a través del azúcar de caña para mantener siempre su belleza integral. Además, ¡también nos apasiona el aguacate, el mango, la piña y el coco! Frutas exóticas para abrir la boca y cerrar los ojos.

¿Quieres algún ejemplo ideal para degustar? Aquí va una de nuestras propuestas: el Tentación Roll, por dentro exquisito a base de delicatessen envueltas en plátano canario y por fuera con topping de sabor con mango, sésamo y cebollín. Y si siempre necesitas más y más, ve a por el Ceviche de pulpo y gambas con tintes del mar, aguacate y un inigualable marinado asiático. Para crujir con sus chips, soñar y paladear…
¡Ah! Y el postre, obviamente, no podía faltar. Para verano e invierno, para Oriente y Occidente, traemos el requetedulce Tres Leches. Tan flambeado como deseado… ¿Quieres la receta? En Orimaki te lo llevamos a donde tú quieras, en bandeja. ¡Corre que se evapora!
Secretos de la cocina venezolana, allí y en Barcelona
La gastronomía de Venezuela brilla por sus colores, por su pasión, por el olor a distintos aromas y por su peculiar encanto de mar. Seguro que, aunque no lo sepas, has probado más variedades de platos provenientes de tan preciosa tierra de lo que crees. Las bases de la cocina venezolana son muchas (como a Orimaki, les encanta mezclar), pero podemos decir que el arroz blanco, las especias y aromas (como el cilantro, el perejil y la hierbabuena), carnes vacunas y mariscos están en la cumbre de su dieta. Platos salados, sabores agridulces… ¡Disfrutar con tales manjares es desde todo punto, lo más sonado!
Destacan, como no podía ser de otra manera, verduras y frutas de intensa variedad y olores. Yuca, aguacate, tomates y pimientos dulces, mango, plátano maduro y uvas de dulce néctar… La estratosfera se queda corta si quieres mover el cuerpo estando a su vera.

Además, todos los nutrientes que este tipo de alimentación te puede aportar son infinitos: desde fibra y minerales por doquier hasta vitaminas servidas como pequeños trozos de cielo afrodisíaco. ¡Para darse más de un capricho y derrochar panela por la piel!
Y hablando de cielos, nada como sus postres, tan ricos y sabrosos como añejos. Te damos pistas, para que sigas buscando: suspiros, yemitas, torrejitas dulces y azucaradas, lenguas de gato, polvorosas, turrones de leche, tocinillo de cielo e increíbles frutas abrillantadas. Miel, leche y azúcar, ¡nada como regocijarse bajo esta vida culinaria! El sabor caribeño, llevado a su máxima expresión, se viste de gala para ti en Barna. De la mano del mediterráneo, llega el Oriente más molón con su sushi, sus bowls y su “dulces finos”. Sólo nos queda llevártelo envuelto en una hoja de platanero.
Así que ya sabes, Orimaki te trae del Caribe infinidad de manjares para que puedas viajar sin moverte del sitio. La gastronomía venezolana es simplemente irresistible, pero acompañada de nuestro toque gourmet hacen explotar de placer todos tus sentidos. Porque la cocina es arte. Porque de ahí, pueden surgir mil historias… Así que cuéntanos la tuya tras saborear cada bocado y ¡disfruta en una Barcelona que de nuevo debuta!